WASHINGTON — Los aumentos de los precios al consumidor en Estados Unidos siguieron altos el mes pasado, impulsados por la gasolina, los alquileres y los seguros automotores, informó el miércoles el gobierno en un reporte que probablemente avivará el debate en la Reserva Federal sobre si reducir las tasas de interés este año.
Los precios a excepción de las volátiles categorías de alimentos y energía aumentaron 0.4% de febrero a marzo, el mismo ritmo acelerado que el mes previo. Comparado con el mismo período del año anterior, subieron 3.8%, sin cambio respecto de la cifra anualizada de febrero. El banco central estadounidense sigue de cerca esa inflación subyacente porque tiende a dar una mejor idea de hacia dónde se dirige la inflación.
Las cifras de marzo, el tercer mes consecutivo en que la inflación se sitúa por encima de la meta de 2% fijada por la Fed, amenazan con frustrar los planes de reducir las tasas este año. Los funcionarios de la institución monetaria han dejado en claro recientemente que mientras la economía esté bien, no tienen prisa en reducir las tasas, pese a previsiones anteriores de que lo harían tres veces este año.
Las cifras podrían también afectar las elecciones, ya que los republicanos siguen tratando de culpar al presidente Joe Biden por los altos precios. Las encuestas muestran que, a pesar del sólido mercado laboral, el auge del mercado bursátil y la gradual disminución de la inflación, muchos estadounidenses culpan a Biden por los altos precios.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha enfatizado que la institución necesita estar más confiada de que la inflación va dirigida a la meta de 2%. La posición de Powell ha puesto los reflectores en los reportes mensuales de inflación, que podrían determinar si el banco reducirá las tasas de interés, cuándo y por cuánto. Unas menores tasas de interés eventualmente llevarían a menos costos de los préstamos para empresas y particulares, y además podrían provocar un alza en la bolsa de valores.
**Con información de PROCESO
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