El mapa de investigaciones contra Donald Trump es enredado como una telaraña: hay investigaciones penales y civiles en marcha, así como contrademandas presentadas por el propio exmandatario. Pero esto, según un abogado constitucionalista, no le impide —ni a él ni a cualquiera que estuviera en su muy singular posición— ser candidato a presidente e incluso gobernar si ganara.
El exmandatario está bajo el escrutinio del gobierno federal, de diferentes estados y incluso de ciudades en Estados Unidos, y específicamente este lunes Trump compareció ante un tribunal de Nueva York para el comienzo de un juicio civil por fraude contra él, sus hijos mayores, sus empresas y ejecutivos de la Organización Trump.
Él niega haber actuado mal en todos los asuntos en los que se lo implica, que están vinculados a cuestiones personales, políticas y económicas.
De entre todos los temas en los que se investiga una posible mal conducta del exmandatario, hay dos vinculados a su gestión que resaltan: qué papel jugó en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando una turba de agitadores intentó impedir que el Congreso certificara los votos del Colegio Electoral que le otorgaban a Joe Biden la presidencia, y su manejo de información clasificada (una investigación que se volvió muy visual cuando el FBI registró su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, en búsqueda de documentos que el exmandatario pudiera haberse llevado de manera ilegal de la Casa Blanca).
De fondo, vinculado al ataque al Capitolio lo que están son las mentiras sobre un supuesto un fraude electoral generalizado que no existió y que el expresidente Trump no ha dejado de repetir desde que abandonó la Casa Blanca a regañadientes. Además de las investigaciones judiciales, el atentado del 6 de enero está bajo estudio de una comisión especial de la Cámara de Representantes que recientemente lo citó a declarar.
Seguimiento de los enredos legales de Trump
Los desafíos legales, ¿pueden impedirle a Trump ser candidato a presidente o presidente?
En corto la respuesta es que no, según el abogado constitucionalista Rafael Penalver, consultado por CNN en Español. La explicación está en la carta magna, explica, que establece solo tres condiciones para que una persona pueda ser presidente: tiene que haber nacido en Estados Unidos, tiene que haber residido en el país al menos 14 tener y tiene que tener 35 años o más. "En ningún momento la Constitución dice que el haber sido convicto por un delito o haber sido encausado o estar siquiera sirviendo prisión te pueda impedir aspirar o servir como presidente", afirma, en lo que califica como un rasgo muy "sui generis" del país norteamericano. En otras palabras, según el experto "teóricamente es factible" que una persona pueda gobernar incluso de traje naranja.
La discusión sobre los posibles límites a la candidatura de Trump ha girado, en parte, en torno a un estatuto que data de 1978 y que afirma que las personas convictas por robar documentos de Seguridad Nacional no pueden ocupar cargos en el Gobierno federal. Esto genera dudas ante el hipotético caso de que el presidente sea acusado y hallado culpable de un delito de este tipo en el marco de una de las investigaciones en curso. Sin embargo, Penalver considera que esa legislación podría ser declarada inconstitucional ya que agrega un requisito que no está en la carta magna y "la Constitución supera cualquier legislación pasada por el Congreso", por lo que es difícil pensar que los legisladores puedan sumar ese cuarto requisito.
La cuestión es que, hasta el momento, este principio nunca se tuvo que poner a prueba. Si los procesos avanzaran en esa dirección —hay que tener en cuenta también los plazos, porque si el expresidente fuera hallado culpable en una causa podría apelar—, en última instancia el tribunal con jerarquía para pronunciarse es la Corte Suprema.
**Con información de CNN EN ESPAÑOL
Commentaires