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Redacción.

¿Qué era la felicidad para Mahatma Gandhi?

Reflexionamos sobre cómo entendía el concepto de felicidad el carismático activista social y profeta de la paz.


Pocos personajes históricos han conseguido despertar un interés tan universal como este mensajero de la paz. Mahatma Gandhi (1869) fue líder del movimiento nacionalista de la India y organizador de la resistencia civil contra la dominación inglesa. Este profeta es apreciado internacionalmente por su doctrina de la no-violencia (ahimsa) para lograr el progreso político y social.


Pero este carismático líder espiritual de la India también tenía una perspectiva única sobre la felicidad. Más concretamente, Gandhi creía que la verdadera felicidad reside en llevar una vida sencilla y en servir a los demás.

Mahatma GandhiiStock.


Sobre ello contaba una de sus vivencias en su libro autobiográfico «Mis experiencias con la verdad» (1927):

“Mi profesión progresaba satisfactoriamente, pero distaba mucho de satisfacerme a mí. El problema de simplificar mi vida y de cumplir alguna actividad concreta al servicio de mis compatriotas, me seguía torturando, cuando cierto día llamó a mi puerta un leproso (...) Por consiguiente, lo albergué en mi casa, curé sus heridas y lo atendí como mejor pude. Pero no podría seguir, así indefinidamente. Me faltaba la voluntad necesaria para retenerlo siempre a mi lado.


Por tanto, lo envié al hospital del gobierno para los trabajadores indos. Pero me sentía angustiado. Deseaba cumplir algún trabajo humanitario de carácter permanente. (…) Con lo cual pude trabajar en el hospital dos horas cada mañana (…) Este trabajo me proporcionó cierta paz espiritual […] La experiencia me resultó muy útil cuando, durante la primera guerra de los boers, ofrecí mis servicios para cuidar a los soldados enfermos y heridos”.


Sobre esta filosofía, una constante a lo largo de su vida, se pronunciaba más adelante: “Estoy cada vez más convencido de que la naturaleza humana es más o menos la misma, cualquiera que sean los climas en donde florezca, y si te diriges a las gentes con afecto y confianza, se te devolverán ese afecto y esa confianza multiplicados por mil”.



Pero, además, para Gandhi, la felicidad no estaba vinculada a la riqueza material o al poder, sino a la paz interior y a la armonía con el mundo que nos rodea. “Vive más sencillamente para que otros puedan sencillamente vivir”, es una de las ideas que legó para la posteridad.


Así, Gandhi abogaba por la idea de “sarvodaya”, que significa “el bienestar de todos”. “Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo”, es una de sus citas más conocidas. Y es que, este sabio creía que la verdadera felicidad solo se podía alcanzar cuando cada individuo trabajaba para el bienestar de toda la humanidad, promoviendo la justicia social y luchando contra la opresión y la injusticia.

Además, Gandhi también enfatizaba la importancia de la autodisciplina y el autocontrol en la búsqueda de la felicidad. Creía que, al dominar nuestros deseos y apetitos, podíamos encontrar una paz interior que conduciría a una felicidad duradera.


Al mismo tiempo este activista apostaba por la renuncia a los placeres materiales y la búsqueda de la felicidad en cosas más profundas y significativas que la acumulación de bienes materiales. Creía que el exceso de posesiones materiales solo conducía a la insatisfacción y al apego, y que, por tanto, la verdadera felicidad se encontraba en la renuncia.


En este contexto, para este pensador era esencial el dominio del pensamiento sobre el cuerpo. Creía que, al controlar nuestros pensamientos y emociones, seríamos capaces de controlar nuestras acciones y, en consecuencia, disfrutar de una vida virtuosa y positiva. De esta idea se extrae una de sus frases más conocidas: “La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía”.


Estos principios estaban en línea con su filosofía más amplia de la no violencia y su búsqueda de la verdad. Naturalmente, Gandhi practicaba todo lo que predicaba y vivió una vida coherente con sus ideales, sirviendo de ejemplo a millones de personas en todo el mundo.


Las experiencias realizadas me han sostenido y llenado de felicidad. Pero sé que aún tengo ante mí un camino lleno de dificultades. Debo reducirme a cero. Hasta tanto un hombre, por propia voluntad, no se considere el último entre las otras criaturas, no hay salvación para él. Ahimsa (no-violencia) es el más lejano límite de la humildad”.


Mohandas Karamchand Gandhi, llamado el Mahatma («alma grande») ha sido una de las personalidades más importantes del siglo XX. Su lucha por la independencia y la dignidad del pueblo indio y su táctica de la no violencia le han convertido en un ejemplo universal de humanidad.


Referencias:

  • Gandhi, M. 'The Story of my Experiments with Truth' (1927) RBA

  • VV.AA: 'Enciclopedia Universal' Biblioteca El Mundo. (2004)


**Con información de MUY INTERESANTE

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