¿QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE?| El Post Debate de la Elección
- Redacción.
- 10 jun
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Por: Manuel Carmona
Haiga sido como haiga sido, con sus vicios, sus errores, sus abusos, todo lo que se nos pueda ocurrir para describir los comicios electorales del pasado domingo primero de junio. El caso es que acorde a los plazos legales y formalidades establecidas en la reforma constitucional, ya es un hecho consumado,” habemus” nuevo Poder Judicial Federal, tal como se estipuló en el decreto publicado en el diario oficial de la Federación el pasado 16 de septiembre del 2024.
Un suceso tiene muchas lecturas e interpretaciones, según el número de observadores. Sus detractores dirán que la ELECCION JUDICIAL fue un rotundo fracaso. Sus promotores dirán que fue un éxito rotundo y ya hemos podido conocer y ver chocar ambas posturas a lo largo de los últimos días.
El debate sobre si debía o no elegirse a los jueces, magistrados y ministros por voto popular ha quedado atrás, el post debate ahora es para tratar de imponer una percepción en la opinión pública, para calificar el resultado obtenido en dicha votación, de ahí que el análisis se debe dividir en cualitativo y cuantitativo.
Por lo tanto comenzaré diciendo que desde un enfoque CUALITATIVO el partido oficial, la Presidenta de la República y todos aquellos que forman parte de la dirigencia de Morena, RESULTARON VICTORIOSOS, tenían un objetivo muy claro que era la renovación del poder judicial federal y aunque ha sido un proceso muy prolongado y que ha implicado un fuerte desgaste político, pero lo que es un hecho es que LOGRARON LO QUE QUERÍAN: juzgadores al servicio del poder, juzgadores que les deban su trabajo al Poder Ejecutivo o al Legislativo, según sea quien los haya propuesto.
Pero además de la renovación de jueces, magistrados y ministros, en mi opinión el más grande dividendo que se logró en esta elección para los impulsores de la reforma judicial, es la absoluta SUBORDINACION que tendrán los nuevos juzgadores, hacia el Poder Ejecutivo quien de ahora en adelante podrá concentrar TODO EL PODER ya sin control y sin reserva alguna, como nunca antes se había tenido.
No obstante si por alguna razón alguien tuviera la tentación de salirse del guión del poder, ahí está el Tribunal de Disciplina para suspender de inmediato, despedir y/o perseguir legalmente a cualquiera que ose contravenir decisiones de gobierno aún cuando pueda ser en perjuicio de los ciudadanos. Nunca más el poder tendrá ningún contrapeso.
Ahora bien, si analizamos la votación bajo un ENFOQUE CUANTITATIVO de manera fría y objetiva, LA ELECCION FUE UN FRACASO. Sin entrar a la guerra de las cifras, sin revisar históricos, sin hacer comparativos, si simplemente nos limitamos a ponderar que de un padrón de casi 100 millones de mexicanos inscritos en el INE, solo se presentó a votar alrededor del 13 por ciento y el 87 por ciento restante no acudió a las urnas, eso significa que la posibilidad de elegir a jueces, magistrados y ministros no es algo que haya despertado el interés de los mexicanos y robustece la hipótesis que quienes acudieron a emitir su sufragio solo fueron las brigadas de movilizados por el aparato gubernamental.
Si continuamos en el rango de los porcentajes, podemos reiterar que la elección fue un rotundo fracaso porque ES LA ELECCION INTERMEDIA con el más bajo porcentaje de participación cívica general en las últimas tres décadas, pero quizá si la comparamos con un ejercicio “especial” o extraordinario como es el caso de la revocación de mandato de AMLO en el 2022, en aquella ocasión votó el 18 por ciento del padrón electoral y esta ocasión apenas se pudo aproximar al 13 por ciento, pero si le restamos los votos nulos, el porcentaje sería todavía mucho menor.
En su momento, la verdad sobre el impacto que tendrá esta reforma constitucional en el sistema de administración de justicia en México, nos lo dirá el tiempo. La realidad termina por imponerse, más allá de las opiniones.
Pero si analizamos lo acontecido estrictamente desde un ENFOQUE POLITICO y en resumidas cuentas, más allá de TODOS los factores que han intervenido en esta histórica reforma, HAY UN GRAN GANADOR al final del camino y no es otro que el autor intelectual de esta iniciativa, el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que finalmente se salió con la suya, aún después de terminado su mandato y logró desmantelar al Poder Judicial Federal que siempre se opuso a sus decisiones. Él fue quien decidió y planeó. A la Presidenta y a las dos cámaras del Poder Legislativo les correspondió la ejecución.
Sin embargo, paradójicamente TAMBIEN HAY UN GRAN PERDEDOR en esta trama, que se llama Andrés Manuel López Beltrán, (Andy) quien a pesar de que contó con todo el apoyo logístico de la maquinaria gubernamental, con todos los recursos económicos para movilizar y con todos los beneficiarios del clientelismo emanado de los programas sociales, apenas pudo arañar el 13 por ciento de la votación posible de obtener, lo que lo deja muy mal parado y pone en entredicho su capacidad como dirigente, como operador electoral y como heredero político natural del obradorismo.
Este magro resultado, convierte la elección en un triunfo válido, legal, pero ILEGÍTIMO….
* El autor es abogado, escritor y analista político.
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