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  • Redacción.

La música provoca respuestas emocionales en el cerebro similares a las que genera el deporte


 


 

Sabemos que la música es poderosa. Puede alterar nuestros estados de ánimo, ayudarnos a recordar momentos pasados y hacernos imaginar la vida como un musical. Pero la experiencia sensorial que este tipo de arte provoca en el cerebro va más allá del simple placer.


En realidad, se dice que la música es capaz de generar respuestas emocionales y fisiológicas, indispensables para nuestra salud. Tales como reducir la producción de cortisol o el peso corporal.


Al menos esto es lo que sugiere el Dr. Matt McCrary. Un psicólogo y músico del UNSW Medicine & Health que lleva más de una década estudiando el impacto que tienen las notas musicales en nuestra vida.


¿Qué poder ejerce la música sobre el cuerpo?


De acuerdo a McCrary, cuando escuchamos música se activan muchas regiones en el cerebro vinculadas al sistema nervioso autónomo. Básicamente, la parte de nuestro cuerpo que se encarga de las respuestas involuntarias, tales como los latidos cardíacos, la temperatura corporal o el metabolismo.


Entre las regiones que siempre se activan ante las respuestas emocionales están el sistema simpático y parasimpático. El primero impulsa la reacción de “lucha o huida” durante la sesión musical. Mientras que el segundo acelera el proceso de “descanso y digestión”, una vez que se detiene la música.


Curiosamente, estas mismas regiones son las que se activan en el cerebro cuando la persona hace ejercicio de manera frecuente, y que permiten que el metabolismo se agilice y la sangre fluya mejor al cerebro. Por tanto, McCrary concluyó que escuchar música es “biológicamente” parecido a hacer ejercicio, solo que las respuestas emocionales y fisiológicas que se generan son menores. Da igual si la persona escucha música, tararea o toca un instrumento.


“Involucrarse repetidamente con la música tiene un impacto positivo real y tangible en nuestra salud en general. Este impacto positivo tangible de la música parece ser aproximadamente la mitad del impacto de los efectos positivos para la salud del ejercicio regular”.

Dr. Matt McCrary


La música podría prevenir la obesidad. El psicólogo comprobó este vínculo analizando los cuestionarios de salud de los pacientes del UNSW Medicine & Health. Gracias a esto, se dio cuenta que la música, además de calmar a los paciente con respuestas emocionales, parecía producir dos efectos paralelos fundamentales:

  • Reducción de los niveles de cortisol en sangre. La música parece inhibir esta hormona del estrés en el cerebro, que suele generar un aumento de glucosa en la sangre. Lo que se traduce en un menor riesgo a sufrir enfermedades metabólicas a futuro, como la osteoporosis o la diabetes.

  • Pérdida del peso corporal. Al inhibir el exceso de azúcar en sangre, el metabolismo se acelera. Por tanto, es más probable que el hígado consuma los excesos de grasa que se almacenan en el abdomen.

En este sentido, McCray considera que la música puede prevenir más de 800 mil muertes a causa de la obesidad y la hipertensión. 50% menos de las que puede prevenir el ejercicio diario, pero no por ello menos importantes. Especialmente si consideramos que es más probable que la gente escuche música a que haga ejercicio, debido a las respuestas emocionales placenteras que generan las canciones.


Pop, Blues o Rock, cualquier género musical activa las respuestas emocionales del cerebro


De momento, se desconoce la cantidad de canciones que debe escuchar una persona para poder activar estas respuestas emocionales y fisiológicas. Sin embargo, McCray asegura que está intentando averiguarlo.


La única conclusión a la que ha llegado recientemente es que todo género musical puede crear respuestas emocionales. Eso sí, siempre que la persona disfrute de lo que está escuchando.


“No hay evidencia que respalde si un género en particular es mejor que otro, siempre y cuando disfrutes de la música. La creación de una conexión emocional entre los músicos, y oyentes que reciben esta información emocional parece ser clave para este proceso”. Dr. McCrary


Así que quedémonos de momento con esta idea de que, quizás en un futuro cercano, podríamos hacer ejercicio solo con el poder de nuestra mente y un buen par de audífonos. Todo gracias a la música y su poder para estimular nuestro cuerpo.



** Con información de TekCrispy.

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