El Día Internacional del Glaucoma se conmemora cada 12 de marzo, con el fin de concientizar sobre esta enfermedad, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, es la segunda causa común de ceguera.
Por eso, la Asociación Mundial del Glaucoma (WGA) y la Asociación Mundial de Pacientes con Glaucoma (WGPA) impulsan esta jornada, con el objetivo de incentivar a las personas a realizar sus chequeos oftalmólogos periódicamente, de manera que pueda ser diagnosticada en una fase temprana.
¿De qué se trata el glaucoma?
Es una enfermedad en la cual se produce una degeneración progresiva del nervio ocular, el cual conecta el ojo con el cerebro. En muchos casos se debe a la existencia de una presión ocular elevada, lo que provoca una pérdida gradual de la visión. Al no recibir tratamiento, puede derivar en una ceguera.
El glaucoma es una condición incurable, que implica más de 50 enfermedades oculares, que dañan el funcionamiento y tejidos del ojo. Sin embargo, es posible detectar su existencia de manera temprana, lo que otorgará al paciente la posibilidad de desacelerar su avance y prevenir futuras complicaciones, lo que en algunos diagnósticos evita la pérdida completa de la visión.
Los dos tipos de glaucomas y sus síntomas
Glaucoma crónico de ángulo abierto
Es el más común, que se produce cuando el ojo deja de drenar el fluido, lo que provoca una presión que daña su nervio. En un inicio, no causa síntomas dolorosos ni cambios drásticos en la visión, por lo que resulta difícil detectarlo sin un examen médico. Con el pasar del tiempo, el paciente notará puntos ciegos en su visión periférica.
Glaucoma de ángulo cerrado o de ángulo estrecho
Ocurre cuando el iris se ubica cerca del drenaje del ojo, lo que provoca un bloqueo en él. De esta manera, se crea una presión repentina que se manifiesta rápidamente. Se trata de una emergencia ocular en la que el paciente deberá acudir inmediatamente a un oftalmólogo. De no ser tratada urgentemente, el individuo podría perder la visión completamente.
Algunos de sus síntomas son:
Dolor ocular intenso
Visión borrosa
Dolor de cabeza
Náuseas
Ver figuras circulares o aureolas de arcoíris de color alrededor de las luces
¿Cómo detectar el glaucoma?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una de las mejores maneras de detectar el glaucoma de manera precoz es realizar revisiones periódicas con el oftalmólogo desde la infancia. Existen varias pruebas y exámenes como:
Tonometría o medición de la presión intraocular
Evaluación del estado de los nervios oculares
Examen de dilatación de pupilas
Prueba de campo visual
Paquimetría: medición del espesor de la córnea
Gonioscopía: examina el ángulo de drenaje ocular
Acudir al oculista u oftalmólogo regularmente resulta esencial para la detección de este tipo de enfermedades. Este profesional de la salud será quien otorgue una agenda y frecuencia de consultas, las cuales dependen de cada paciente. Luego de los 40 años de edad se recomienda efectuar estos análisis cada dos o cuatro años.
Algunas personas presentan ciertos factores de riesgo, que deberán ser considerados para esta enfermedad:
Cirugías oculares previas
Cirugía refractiva corneal
Diagnóstico de miopía o hipermetropía elevada
El glaucoma es una enfermedad que puede detectarse a tiempo y, por lo tanto, ser tratada. Obtener un diagnóstico temprano es esencial para frenar su avance y garantizar una mejor calidad de vida para el paciente. Realizar estudios oftalmológicos de manera frecuente, es una gran manera de evitar complicaciones a futuro.
**Con información de LA NACIÓN
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