Chilpancingo.— Una densa bruma está posada sobre Chilpancingo y Acapulco. Las actividades cotidianas se redujeron: la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) ordenó ayer la suspensión de clases; las calles de la capital están semivacías y de las personas que decidieron salir, la mayoría lo hace con cubrebocas. El humo es intenso, incesante y está en todos lados, no se puede evitar, se cuela por donde sea, no tiene fronteras.
La causa son los incendios que se registran en los alrededores de ambas ciudades desde hace días.
De acuerdo con información de la Secretaría de Protección Civil en Guerrero, son tres incendios los que están activos en Chilpancingo, y sólo uno, el de la comunidad de Palo Blanco, está controlado 80%.
En Acapulco son cinco los incendios forestales, el principal es el del Parque Nacional El Veladero, que abarca por lo menos tres colonias: Nueva Era, María de la O y Santa Cecilia. Los otros cuatro están en el poblado de El Carabalí, Paso Texca, Simón Bolívar y en nuevo libramiento Poniente.
En el puerto la alerta se prendió en las colonias Nueva Era, María de la O y Santa Cecilia, puesto que el fuego avanza y está cada vez más cerca de las zonas pobladas.
Familias que hace seis meses lo perdieron todo por el paso del huracán Otis ahora están en la mira de un nuevo siniestro.
Hasta ayer no se había dado instrucción de evacuar colonias.
En el municipio de Coyuca de Benítez, vecino de Acapulco, se reportan al menos otros cinco incendios forestales activos.
En todo Guerrero, de acuerdo con información de la Secretaría de Protección Civil estatal, hay actualmente 35 incendios, de los cuales cinco están controlados y el resto se reportan como “activos”.
**Con información de EL UNIVERSAL
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