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Redacción.

POR LOS MUNICIPIOS | Antes de morir la gente se arrepiente de 6 cosas


Por Leticia Montagner


El famoso médico español Enrique Rojas, Catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica y Director del Instituto Rojas-Estapé de Psiquiatría, se adentró en las emociones, también en las que nos acompañan al final de la vida y de los arrepentimientos, en su libro Comprende tus Emociones (Espasa, 2023).


Es una guía clara y precisa para reconocer lo que sentimos y así tener el control y alcanzar el equilibrio emocional. Entre otras abordó las seis cosas de lo que más se arrepiente la gente al final de la vida, en una entrevista con la revista española Telva.


Nos pasamos la vida pensando en el día de mañana; y con frecuencia nos olvidamos de que la existencia se termina; la muerte es la gran olvidada en la cultura actual y ha desaparecido del panorama del pensamiento.


Cuando la muerte está realmente próxima, ya no se puede mirar hacia otro lado, entonces aparece la hora de la verdad y se suele tener una especial iluminación retrospectiva; son momentos estelares en los que, se quiera o no se quiera, hacemos cuentas con nosotros mismos; es muchas veces como un video que repasa todo lo que ha ido sucediéndonos de aquí y de allá.


De ahí, las seis cosas de las que más se arrepiente la gente al final de su vida:


1. De vivir para trabajar. Son mayoría los que se arrepienten de haber trabajado demasiado. De pasar la vida con una sobrecarga profesional excesiva, de haber vivido para trabajar y en esos momentos estelares de lucidez total, sienten que su vida ha estado descompensada, que ha faltado equilibrio en la existencia de un ser humano.


2. De pasarlo mal sin necesidad. Otra cosa de la que una gran mayoría se duele, es de haber sufrido mucho por asuntos y problemas que realmente no tenían tanta importancia.


3. De no haber sabido disfrutar más de la vida. Esto tiene un amplio espectro: desde no haber sido capaz de captar y gozar de cosas positivas de la vida ordinaria, en una especie de carpe diem (aprovecha el momento, vive esto y saboréalo), pasando por no haber planificado tiempo libre para uno y buscar esas satisfacciones según las aficiones que uno ha fomentado. Saber descansar también es un arte. Y, al mismo tiempo, ser organizado para dar lo que más nos relaja en el tiempo libre, que es una manera de retratarse.


4. De no haber dedicado más tiempo a la familia. Hoy vemos esto con bastante frecuencia. De hecho, tiene mucha actualidad la figura del padre y madre ausente, aquel que no ha tenido casi influencia en la educación de sus hijos, por no tener tiempo y haber dejado esta tarea en manos de la madre o padre, porque la profesión le ha absorbido demasiado y no ha tenido presencia psicológica y afectiva con sus hijos.


5. De no haber tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los demás esperaban de uno. En el fondo, esto tiene mucho que ver con atreverse a ser uno mismo. Hay que saber desarrollar la propia personalidad, puliendo y limando las aristas y puntos negativos, con la ayuda de los más cercanos y también, trabajar el programa personal diseñado, teniendo claros los objetivos y luchando por alcanzarlos.


6. De no haber tenido una espiritualidad más sólida. Todo mundo necesita de las respuestas a las grandes interrogantes de la vida.


Así que ya lo sabe, todavía está usted a tiempo de corregir.


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